Los tiburones son peces vertebrados que pertenecen a la familia de los condríctios y por lo tanto, su esqueleto es cartilaginoso. Este factor les permite diferenciarse de un gran número de peces osteíctios, es decir, con esqueleto óseo. Las diferencias más notables entre ambos son las siguientes:
Osteíctios Condríctios
Osteíctios Condríctios
Esqueleto óseo Esqueleto cartilaginoso
Opérculos Hendiduras branquiales
Aletas abatibles Aletas rígidas
Aleta caudal simétrica Aleta caudal asimétrica (mayoría)
Boca terminal (mayoría) Boca en posición ventral
No cambian los dientes Cambian sus dientes
Vejiga natatoria presente Vejiga natatoria absente
Escamas Dentículos dérmicos
Aunque el origen de la palabra “tiburón” es incierto, existen muchas teorías al respecto. Una de ellas es que proviene de la lengua tupí-guaraní. “Requin” (tiburón en francés) proviene de la palabra latina “réquiem” que significa misa de difuntos, así como “shark” (tiburón en inglés) deriva la palabra alemana “schurke” que significa malvado, villano. Y es que el tiburón está presente en distintas culturas, principalmente en el Pacífico, en numerosos historias, cuentos y leyendas como la de Dakuwaqa que considera al tiburón como un Dios.
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